"Pablo, por voluntad de Dios apóstol de Cristo Jesús, según la promesa de vida en Cristo Jesús, a Timoteo, mi amado hijo: Gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Jesucristo, nuestro Señor. Doy gracias a Dios, a quien sirvo, a ejemplo de mis mayores, con pura conciencia, y sin cesar hago memoria de ti en mis oraciones noche y día" (2Tim 1,1-3).
Blog de promoción de las vocaciones al sacerdocio
jueves, 2 de enero de 2014
La Movida Madrileña y Dios
Da que pensar... y no deja indiferente... Fabio McNamara, de la Movida Madrileña, en No es bueno que Dios esté solo, de Intereconomía.
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